38 Permite que tu siervo se vuelva para morir en mi ciudad, junto al
sepulcro de mi padre y de mi madre. Aquí está tu siervo Kimham. Que siga
él con el rey mi señor y haz con él lo que bien te parezca.»
39 Dijo el rey: «Que venga Kimham conmigo; haré por él cuanto
desees, y todo cuanto me pidas te lo concederé.»